MÓNICA GONZÀLEZ/JOSEP M. AGUILÓ
El curso escolar 2007-08 ya está en marcha. Ayer volvieron a las aulas 91.173 alumnos de Infantil, Primaria y Educación Especial, y la jornada se desarrolló sin incidentes reseñables, sin más problemas que los habituales en el día de la vuelta al colegio, como el caos circulatorio en ciertos lugares estratégicos a la hora de entrar o salir de los colegios.
Desde la Conselleria d'Educació se afirmó que «el 100 por cien de los centros de Infantil, Primaria y los 8 de Educación Especial que tenían previsto empezar las clases ayer abrieron con normalidad», de acuerdo con los datos recogidos por el Servei d'Inspecció de la Conselleria. Aunque en 25 de ellos el curso arrancó con parte de sus alumnos instalados en aulas prefabricadas por falta de espacio.
Así, de los 207 colegios de Infantil y Primaria, 206 empezaron ayer las clases sin problemas, tan sólo los alumnos del Colegio Público Ses Quarterades, de Calvià, iniciarán el curso el lunes porque así lo acordaron las familias y los docentes «por una cuestión relacionada con unas obras realizadas en el centro durante el verano para eliminar barreras arquitectónicas», informó la Conselleria.
Este primer día se dedicó básicamente a la recepción de los alumnos y a la puesta en conocimiento de los escolares, sobre todo en el caso de los más mayores, de las normas del curso y toda aquella información sobre organización, funcionamiento y material necesario para, a partir del lunes, comenzar el desarrollo normal de las clases.
Por lo que respecta a la plantilla docente, desde Educació se insistió en que todos los centros tienen todas las plazas cubiertas. Tan sólo en el caso de Eivissa y Formentera, informó la Conselleria, «faltan por cubrir algunas vacantes de especialistas en Lenguaje y Audición». Asimismo, en el resto de las Islas se ha detectado la necesidad de cubrir alguna baja puntual relacionada con la sustitución de algún maestro comunicada en el último momento.
En este sentido, la patronal Escola Católica reivindicó ayer la necesidad de modificar el Decret de Mínims con la finalidad de establecer periodos transitorios de carácter personal para que cualquier docente pueda obtener el reciclaje de catalán. Y es que, la normativa actual, se explicó desde Escola Católica, «es demasiado rígida y cuando se tiene una vacante docente imprevista, por una baja, por ejemplo, o de una especialidad complicada hay una gran limitación a la hora contratar con rapidez a un maestro de fuera porque se exige que tenga hecho el reciclaje de catalán». El Stei-i, por su parte, reconoció que «el curso ha empezado con alguna plaza sin cubrir por cuestiones de última hora, como bajas, permisos o algunas ampliaciones de cuota».