año más, tuvo lugar la tradicional ofrenda floral a la Mare de Déu de la Salut, en la iglesia de Sant Miquel de Palma, que destacó por una gran y emotiva participación activa de todos los asistentes a la misma, que fueron más de mil personas y representantes de más de doscientas entidades ciudadanas.
Tal como ya se había anunciado, no hubo ningún representante del nuevo equipo de gobierno del Ajuntament de Palma, si bien sí asistieron, en cambio, siete ediles del PP, entre ellos la anterior alcaldesa y hoy portavoz de la oposición, Catalina Cirer, que, no obstante, no participaron en el desfile. En cambio, quien sí participó fue la actual diputada y anterior consellera de Immigració, Encarnación Pastor. Otro hecho destacado fue que el catafalco instalado frente a la fachada de Sant Miquel, en el que cada año se sentaban las autoridades, permaneció vacío todo el tiempo, sin ningún representante político o vecinal, como acto de protesta de la organización ante la ausencia de respaldo institucional.
El desfile se inició sobre las 19.15 horas en la Plaça dels Patins, con la concentración de las entidades, que luego se desplazaron, como siempre, hasta la iglesia de Sant Miquel. También cabe destacar que el cuadro dedicado a la Mare de Déu de la Salut, que cada año se colocaba en la fachada de Cort, se colocó en esta ocasión en una esquina de la iglesia. Ya en el interior de Sant Miquel, se interpretó la Salve Madre, que hacía más de cuatro décadas que no se había cantado, cuyo canto fue iniciado por la Real Hermandad de Nuestra Señora del Rocío. Por último, la Hermandad y Cofradía de Penitentes de la Sagrada Cena y Nuestra Señora de la Salud recitó una oración de la escritora Maria Antònia Salva de 1922.