Palma despidió el mes de agosto con un viernes noche cargado de copas, buen ambiente y diversión.
Fue una noche de verano un tanto atípica, los turistas ya escaseaban y los palmesanos volvían a tomar el Passeig Marítim tras la vuelta de vacaciones. A pesar del regreso postvacacional, la noche tuvo cierto sabor a despedida. El verano ya se da por terminado. Los estudiantes ven cada vez más cerca la vuelta a las aulas y los que estudian fuera ya tiene la maleta medio hecha.
Una noche calurosa en la que muchos aprovecharon para despedir el verano con una gran fiesta.
Luis Pomar