El anuncio del Gobierno central de sustituir 25 millones de contadores eléctricos en toda España, hecho público anteayer por el Consejo de Ministros, coincide con el proceso que inició GESA-Endesa el año pasado en Balears con la colocación de los llamados Interruptores de Control de Potencia (ICP). Estos aparatos impiden que la vivienda no pueda consumir más potencia de la contratada, mientras que el diferencial que todos conocemos se limta a proteger de cortocircuitos o un mal funcionamiento de la instalación.
GESA-Endesa tiene previsto instalar 601.683 ICP en todas las Islas hasta 2009, de los que ya ha puesto en funcionamiento 203.030, más de una tercera parte.
Fuentes de la empresa eléctrica aseguraron ayer que «continuaremos con la instalación de ICP porque así lo obliga un real decreto. Si el Gobierno decide que los nuevos contadores cuenten con otras prestaciones, pues así tendremos que hacerlo, pero ello no quita que continuemos con la instalación de ICP».
La intención del Gobierno con la renovación de los contadores eléctricos es conseguir ahorros de entre el 2 y el 8 por ciento en el recibo de la luz con una mejor demanda de la gestión de la electricidad, lo que se traduciría en un aumento de la eficiencia para las empresas. Éstas podrán conocer en tiempo real los hábitos de consumo en los hogares, lo que a su vez permitirá a los comercializadores realizar ofertas personalizadas a los usuarios para reducir el consumo y, por ende, el importe de la factura.
Por otra parte, GESA-Endesa también ha instalado sistemas de telemedida en 861 contadores de alta tensión, que en este caso no son obligatorios, en equipamientos de grandes consumos, como pueden ser cuarteles, hospitales, hoteles e industrias y centros comerciales de determinadas dimensiones.
Igualmente, y éstos son obligatorios, la compañía ha instalado 14.557 contadores de baja tensión en consumidores por encima de los domésticos, como pueden ser bares, restaurantes y pequeñas y medianas empresas, que permiten la programación de tarifas.