Sóller tiene fama de mujeres valientes y Lidia Fernández Morell, que regenta el restaurante Sa Foradada, es una de ellas.
Quien no haya saboreado aún las paellas al horno de leña de pino en tan privilegiado entorno, vale la pena intentarlo por mar o adentrarse por tierra, para una vez allí encontrarse en el mismo paraíso.
Lidia Fernández cogió las riendas de este negocio familiar hace cinco años tras un período de inactividad empresarial. Es hija de Emilio Fernández, autor de las paellas, quien a principios de 1972 reformó la casa semiderruida que existía frente a Sa Foradada, y la explotó como negocio de golondrinas durante quince años, que llevaban hasta allí a unos 150 turistas cada día.
A este lugar llegan muchos clientes en distintas embarcaciones que disponen de un muelle más grande y un escat. Otros lo hacen a través del camino que parte desde Son Marroig, que pasa por el Museo del Arxiduc. Al fondo hay unas barreras verdes y a la derecha una escalera para acceder a la cala de sa Foradada.
El restaurante se encuentra en un marco totalmente virgen y se puede contactar a través del 616 087 499.
En la cocina se elaboran por encargo paellas al horno de leña de marisco, pescado y mixta, además de parrilladas de pescado del litoral de Sóller y de carne.
Suele abrir en los meses de marzo o abril hasta octubre y su día de cierre es el jueves. En los primeros meses suelen atender a numerosos senderistas alemanes y los fines de semana, turismo local.
Amalia Estabén