El hecho de ser reconocido por la gente cuando uno es famoso, suele molestar cuando uno es popular. Pero ese no es el caso del polémico piloto de Fórmula Uno, Lewis Hamilton, quien ayer disfrutaba en aguas de Illetes, dándose chapuzones en el mar o descubriendo sus profundidades con traje de neopreno y acompañado de su novia Sara, hija de Mansour Ojjeh, un multimillonario sirio que, a su vez, es socio de Ron Dennis en la escudería McLaren. Y si se preguntan por qué la gente le reconocía les puedo asegurar que nadie pasa desapercibido si navega a bordo del lujoso e impresionante yate Kogo, del que mucha gente se ha enterado de que en su interior está alojado Lewis Hamilton, por lo que ayer nada más aparecer por la costa de Illetes, quienes tienen embarcaciones rondaron por la zona.
Lewis, su novia y unos amigos montaron en moto acuática, realizaron una especie de concurso de saltos al agua y se enfundaron los trajes de neopreno para descubrir las profundidades del islote junto a Puerto Portals.
Tras pasar varias horas remojado, Hamilton se dio una larga ducha en el yate, en la parte de la bodega, donde se enjabonó una y otra vez, sin quitarse el bañador, pues cada treinta segundos una embarcación pasaba gritando ¡Hamiltooon! Luego se subió al tercer piso del yate y en su terraza charló junto a sus amigos tomándose un refresco y contemplando la belleza de la costa de Illetes. Días de descanso antes de volver a los circuitos.
Julián Aguirre
Texto y fotos