La segunda jornada de huelga que mantuvieron ayer los trabajadores de Trablisa en el aeropuerto de Son Sant Joan para reclamar mejoras laborales y salariales no cumplió los servicios mínimos establecidos por la Delegación de Gobierno en el 85 por ciento de la plantilla. No obstante, la protesta no causó retrasos a los 148.300 pasajeros que transitaron por el aeropuerto ya que agentes de la Guardia Civil ayudaron a mantener la fluidez en el tráfico de pasajeros ante los controles de seguridad.
Miguel Pérez, del sindicato UGT, y miembro del comité de huelga afirmó: «Debería haber 150 vigilantes trabajando en el aeropuerto y si hay 50 son muchos. Esta vez, son muchos los compañeros que han secundado la protesta». La huelga se celebró por segundo sábado consecutivo y los sindicatos CCOO, USO, UGT y CSI-CSIF anunciaron que la huelga se prolongará los sábados y los domingos desde el 11 de agosto al 3 de septiembre en las franjas horarias en las que haya más tráfico de pasajeros». En concreto la petición de huelga abarca un horario que va de las cinco a las diez de la mañana y de las cinco a las diez de la noche.
«A ver si la Guardia Civil está dispuesta a desproveer otras zonas de la Isla para ir al aeropuerto a hacer de vigilante de seguridad», se preguntó Miguel Pérez.
Por otra parte, fuentes de Aena confirmaron que los retrasos experimentados en el aeropuerto «están en la normalidad y, en absoluto están ocasionados por la huelga de los trabaja dores de Trablisa».
Los trabajadores de la compañía repartieron folletos en varios idiomas entre los turistas concentrados en la sala de embarque en los que explicaron los motivos de su protesta.
Los trabajadores y responsables de la empresa de seguridad mantuvieron el viernes por la mañana una reunión en el Tribunal de Arbitraje y por la tarde en la Conselleria de Treball en lo que fue un último intento para desconvocar la huelga.
«A pesar de haber rebajado nuestras demandas económicas, la empresa no ha estado dispuesta a negociar», protestó Pérez.
Cabe recordar que los trabajadores de Trablisa reclaman que sus turnos sean continuos y que se equiparen sus sueldos y su categoría profesional a la de otros trabajadores de la seguridad privada que operan en otros aeropuertos españoles.