La ubicación definitiva del nuevo hospital de referencia de las Islas está pendiente de la resolución que tome el Govern, después de conocer el informe jurídico encargado por el president del Govern Francesc Antich para saber si se pueden paralizar o no las obras que se están llevando a cabo en la finca de Son Espases y cual sería el coste económico que el Ejecutivo autonómico debería asumir si se optara por paralizarlas.
El conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomás, anunció, en el acto de presentación de su equipo a la sociedad sanitaria de las Islas, que se tomará una decisión «valiente y decidida», aunque también reconoció que no será «fácil», recordando que existen dos opciones: reconstruir Son Dureta en su actual ubicación o continuar adelante con la construcción del hospital de referencia en Son Espases, con todos los problemas añadidos que puede suponer el pago de indemnizaciones millonarias a la UTE concesionaria de las obras (liderada por Dragados), además de las reclamaciones judiciales interpuestas por la segunda clasificada en el concurso de adjudicación, la UTE de OHL que pide que se le concedan las obras o se haga frente a un pago que ronda los 63 millones de euros.
«Sólo puedo avanzar que la decisión será valiente y decidida, pensando mucho más en el bien para nuestras islas, que en las críticas que generará cualquiera de las alternativas, valorando especialmente las necesidades de la población y que pueda estar acabado en el plazo de tiempo más corto posible», concretó Thomás.
A la espera de la decisión que pueda tomar el Govern existen, por el momento, dos alternativas claras : reformar el actual Son Dureta o continuar con las obras de Son Espases. El proyecto inicial de reforma del hospital Son Dureta redactado por el gabinete del arquitecto Reinaldo Ruiz Yébenes contaba con un presupuesto inicial de 126 millones de euros.
La propuesta de Ruiz Yébenes para Son Dureta se basaba en un máximo respeto al entorno ecológico, potenciando las prestaciones hospitalarias.
El proyecto, que estaba previsto que se ejecutara por fases, contempla la construcción de un centro sanitario de aproximadamente 120.000 metros cuadrados de superficie útil, además de 1.173 plazas de aparcamiento para vehículos.
Inicialmente estaba previsto que el hospital contara con 780 camas, 119 pediátricas. Además estaba previsto habilitar 20 quirófanos y 3 paritorios, 12 boxes de urgencias pediátricas y 30 de adultos, hasta 75 plazas para hospital de día y 160 locales dedicados a consultas externas. El arquitecto redactor del proyecto tenía previsto que el 97 por ciento de las habitaciones se construirían con vistas al mar.
De hecho sobre este proyecto de reforma de Son Dureta se elaboró el nuevo proyecto de construcción del hospital de Son Espases, realizado también por Ruiz Yébenes.