Cerca de la playa de Santa Ponça se encuentran numerosos pubs de ambiente irlandés, como el Irish Tavern, donde encontramos a Cornelia, Enda, Sineodand y Grainne, quienes nos comentan lo bien que se lo pasan en esta zona turística: «La playa es magnífica, amplia y con un equipamiento completo, con la posibilidad de practicar deportes náuticos. Desde luego es completamente distinta de las de nuestro país. Allí no hay muchas, se hallan con frecuencia alejadas y el agua esta fría. En Santa Ponça lo pasamos muy bien, sobre todo por la noche. Aquí todos los pubs tienen música en vivo y el ambiente resulta muy familiar y divertido. La verdad es que bebemos bastante y dormimos poco. Por la mañana a veces aprovechamos poco la playa. No es la primera vez que venimos algunos de nosotros a Santa Ponça y pensamos volver el año próximo».
Al llegar a esta playa sorprende ver hasta qué punto ha crecido la urbanización, que ya alcanza la antigua possessió que antaño marcaba la entrada. Una calle en toda regla con tiendas, comercios , agencias inmobiliarias, bares y hasta un hipermercado, se suceden sin interrupción en un acceso que aparenta mucho más largo que antaño. Al fondo se perfila la característica pineda que, ahora en forma de parque peatonal, preludia la playa, sombreando todo su contorno interior. Allí econtramos a Shirley y Liz ,dos jóvenes de Irlanda del Norte que aseguran: «Es un lugar muy bonito para decansar y pasear y nos ha llamado la atención la presencia masiva de cotorras verdes. Sus graznidos dominan todo el ambiente y le dan un exótico aire tropical. No sabíamos que aquí abundaran estos pájaros».