La nueva consellera de Comerç, Indústria i Energia, Francesca Vives, anunció ayer que mantendrá la vigente moratoria de equipamientos comerciales, que limita la apertura de grandes superficies, aunque admitió que la llamada Directiva Bolkestein va en sentido contario, es decir que tiende a la máxima liberalización, incluida la de apertura y horarios.
Vives avanzó ayer alguna de las propuestas más inmediatas de su departamento. Lo hizo acompañada de su equipo de altos cargos del departamento.
La consellera, que fue directora general en el anterior Govern de Francesc Antich (1999-2003), consideró imprescindible elaborar un plan en colaboración con los distintos Consells Insulars para garantizar la pervivencia de los pequeños comercios. En este sentido, señaló que la «libertad absoluta» en materia comercial puede conllevar a la «degradación» de los negocios tradicionales y añadió que todas las administraciones deberán implicarse para la conservación del tejido comercial autóctono.