Jaume Ferrer entró ayer en la historia actual y futura de Formentera al convertise en el primer presidente del Consell de Formentera, momento en que la Pitiusa Menor se libraba formalmente de la tutela de Eivissa. Eran poco más de las doce y media del mediodía cuando más de 300 personas puestas en pie le ovacionaban en una Sala Municipal de Cultura en la que no cabía ni un alfiler. Tras tomar posesión unos segundos de su sillón como presidente, Ferrer inició su discurso institucional visiblemente emocionado reafirmando “mi compromiso de ser el presidente de todos y cada uno de los formenterenses".
Tras agradecer a todas las personas que han hecho posible que el acto de ayer fuera una realidad, Jaume Ferrer, líder de la formación política Gent per Formentera, remarcó que «por fin Formentera asume su mayoría de edad, a partir de hoy navegaremos en una barca que se llama, únicamente, Formentera», pero al mismo tiempo dijo en tono conciliador que «no es que Eivissa sea un estorbo o que tengamos nada contra los ibicencos. La verdad -añadió- es que nos han hecho, nos hemos hecho compañía durante años y no será hoy que esta relación se rompa». Ferrer, a quien apoyaba en el proceso de investidura su propio partido y el PSOE, aseguró que confiaba plenamente en que el Consell d'Eivissa dará el apoyo institucional y de colaboración que ayude a Formentera en el reto de iniciar su propia institución, porque «el acto de hoy es el resultado inequívoco de una aspiración histórica y legítima del pueblo de Formentera y el cumplimiento de un sueño de muchos formenterenses de formar parte de las Illes Balears en igualdad de condiciones que los ciudadanos del resto de las islas». Y en este sentido destacó que «hoy borramos en la práctica el guión existente entre Eivissa y Formentera aunque legalmente aún tendremos que modificar la Constitución Española para tener derecho a un senador propio en Madrid. Apunto pués el próximo reto» dijo Ferrer.