Pat Riley, presidente y director técnico de los Miami Heat, y ganador de cinco títulos de la NBA pasa unos días de descanso en Mallorca con su mujer e hijos.
Por su parte, los Douglas apuran sus vacaciones en s'Estaca, donde tienen como huéspedes a unos buenos y viejos amigos suyos, los Riley, Pat, ex jugador de Angeles Laker y como entrenador ganador de cinco NBAs, cuatro con los Laker y una con Miami Heat de Shaquille O'Neal, a quien fichó hace dos años, cuando fue nombrado presidente y director técnico del equipo de la avenida Mascanosa de Miami.
Los Douglas, con sus hijos Dylan y Carys, junto con los Riley -los nombres de la esposa de Pat y el de sus hijos, sinceramente, los desconocemos-, abandonaron s'Estaca, en cuya piscina se estuvieron bañando por la mañana, y donde de paso adormecieron la resaca de la cena de la noche anterior, y se fueron a almorzar a un conocido hotel de Puigpunyent. De aquella postal de famosos que de pronto se formó sobre el asfalto del párking, llamó poderosamente la atención el buen aspecto de Riley, que a sus 62 años evidencia atravesar un estado de forma excelente y a quien, ni incluso fuera de la cancha -su hábitat ideal-, como puede ser un simple aparcamiento y vestido con ropa informal, de verano, le abandona la elegancia que siempre le ha caracterizado, tanto en la forma de vestir como en los ademanes, un hombre, por otra parte, de enorme personalidad y de un carácter mas bien duro que ha ido forjando a lo largo de más de veinte años de tratar con vestuarios repletos de figuras estratosféricas del baloncesto mundial, tales como Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, James Worthy, Kurt Rambis, Byron Scott, Norm Nixon, Jamaal Wilkes, Michael Cooper, esos en Laker, además de O'Neal, en Miami, a los que hay que sumar los que tuvo en New York Knicks, a los que estuvo ligado durante un año, y a los que metió en los play off de las finales, pero sin llegar a la final, que ríanse ustedes del vestuario de los galácticos futboleros.
Tampoco nos pasó por alto lo padrazo que es Michael llevando a hombros a la pequeña Carys, ni lo hombrecito que se está haciendo Dylan, ni la belleza serena de Zeta Jones que, no sé, pero viéndole la tripita algo más llenita de lo que acostumbra, no me extrañaría nada que la familia aumentara dentro de unos meses. Ya digo, es una simple opinión surgida de una visión. Que a lo mejor estoy equivocado, pero que mientras no se demuestre lo contrario quiero pensar que estoy por el buen camino, cosa que por otro lado no sería extraño pues, en la visita que hicieron los Douglas la semana pasada a Valencia, a Zeta, según publicó El Periódico, le gustaría que la familia Douglas siga aumentando. La actriz declaró que le encantaría que sus hijos Dylan y Carys crecieran con otro hermanito. Es más, según dicha publicación, un amigo de la pareja explicó: «realmente quieren tener otro bebé y han decidido relajarse para ver lo que pasa». Por eso digo que podría ser. Pues ya veremos si es, o si no.
Pedro Prieto