NEKANE DOMBLÀS
El nuevo Govern realizará una auditoría de las cuentas de la Comunitat para conocer con certeza la situación económica de la administración balear. Los nuevo gobernantes quieren saber exactamente hasta dónde llega el endeudamiento real de Balears, después de los cuatro años de gobierno de Jaume Matas, caracterizados por el recurso al endeudamiento como vía para financiar las obras públicas de las Islas.
Aunque los partidos de centro izquierda quieren conocer al detalle el nivel de deuda, calculan que la Administración balear debe a los bancos cerca de mil millones de euros, lo que representa un tercio del presupuesto total de la Comunitat para este año.
Una buena parte de esta deuda, entre 300 y 400 millones de euros, corresponden a las inversiones realizadas en materia de carreteras y sobre cuya financiación litigan Govern y Gobierno central. Y ese es, precisamente, otro de los problemas con los que se puede encontrar el nuevo Ejecutivo balear porque el anterior gobierno denunció a Madrid ante los tribunales para que le pagara las obras de las carreteras. Ahora está por ver si el nuevo Ejecutivo mantiene este recurso o decide retirarlo, lo que implicaría la renuncia total a cobrar los cerca de 400 millones de euros pendientes.
Con respecto a la financiación de las carreteras, la futura presidenta del Consell de Menorca, Joana Barceló, aseguró ayer en Madrid que la formación del nuevo gobierno facilitará la firma del nuevo convenio de carreteras por el que el Ejecutivo central invertirá cerca de 500 millones de euros a través de un convenio con los consells.
«Trabajaremos igual con el Plan de Carreteras que como lo hemos hecho con el Plan Territorial, con muchísima participación», aseguró la presidenta en funciones del Consell menorquín.