Cuenta la tradición que, hace más de un siglo, durante la madrugada de un 24 de junio justo en el momento en que despuntaba el alba, la magia impregnaba Manacor. Es Vimer, el árbol centenario de la possessióde s'Hort des Correu de Manacor, descubría sus propiedades curativas para sanar a los niños o niñas menores de 12 años que padecían hernia. Hace más de un siglo que la familia Sureda abre las puertas de su casa a todos aquellos que quieran creer. Es un rito mágico. «Hay que tener fe y creer en las cualidades curativas de es Vimer en la madrugada de Sant Joan», comentaba Sebastiana Sureda, una de las herederas de la tradición que ayer se encargó de 'pasar' a los niños por este árbol. En la mañana de ayer, cuando Manacor estaba totalmente a oscuras, volvía a cumplirse un año más el rito y la tradición. Hasta 23 niños y niñas llegados de toda Mallorca eran 'pasados' desnudos entre el corte transversal de las ramas del Vimer y se les frotaba la zona herniada con la savia del árbol, justo en el momento en que salía el sol, concretamente a las 6.21 horas.
Pero el ritual empezaba horas antes en s'Hort des Correu sobre las 04.30 horas de la mañana, cuando los miembros de la familia Sureda empezaban a preparar y cortar por la mitad las yemas nuevas de los dos vimers hasta llegar a treinta. Todo en un ambiente silencioso y misterioso, entre los olores de las plantas aromáticas que rodean la finca de s'Hort des Correu.
Algunos de los niños llegaban dormidos, otros muy despiertos e ilusionados por visitar un árbol mágico. También hubo momentos de llanto, pues los pequeños se asustaron ante algo tan desconocido.
Siempre se asigna a cada niño con hernia un número y unas cintas de colores, las cuales posteriormente se atan a las ramas por las que se haya 'pasado' al pequeño, para que después puedan seguir su evolución. Los padres cogen una cinta de rafia y envuelven la rama. Posteriormente es sellada con barro para ayudar a que salden. Glòria Julià
Pasados unos cuarenta días, si la rama vuelve a sacar hojas, es señal de que el rito ha tenido éxito y que el niño habrá curado su hernia. A finales de julio, los padres suelen acercarse hasta s'Hort des Correu para ver si la rama se ha soldado y ha sacado nuevas hojas o, por el contrario, se ha secado. la magia de este árbol curativo no sólo se conoce en toda la Isla, sino que hay años que llega gente de fuera para comprobar las cualidades curativas de es Vimer.
Algunos visitan cada año a la familia Sureda, aunque se hayan curado en años anteriores, mientras que otros simplemente se dan una vuelta para vivir en primera persona la magia de esta tradición. Sebastiana Sureda comentaba que «cuanto más pequeños sean mucho mejor. Este año no han sido tantos como de costumbre».