J. T./LL. P.
Los partidos progresistas y UM han comenzado a estudiar soluciones para que la decisión de parar las obras de Son Espases, con el objetivo de construir el nuevo hospital de Son Dureta, no suponga ni el pago de indemnizaciones ni retrasos considerables en la ejecución del futuro centro sanitario de referencia.
La opción que se plantea con más fuerza es la de intentar negociar con la empresa adjudicataria, liderada por las constructoras Dragados y FCC, para trasladar las obras de construcción del nuevo hospital al emplazamiento de Son Dureta sin que sea necesario realizar una nueva adjudicación.
Fuentes del PSIB, de UM y del Bloc han confirmado que ésta sería la intención del futuro gobierno si finalmente se formaliza el pacto entre ellos. Aun así, los responsables de estas formaciones se han mostrado muy prudentes porque aún no se ha estudiado si esta posibilidad es jurídicamente factible. Y siempre han mantenido de puertas afuera que antes de adoptar cualquier decisión deberán tenerse en cuenta todas las repercusiones económicas, jurídicas y patrimoniales que comportaría.
De hecho, el programa de gobierno que están negociando las fuerzas de izquierda con UM ya incorpora un compromiso genérico de paralizar cautelarmente las obras de Son Espases y analizar la situación económica, jurídica y patrimonial para determinar, en función de este estudio, la conveniencia de construir el nuevo hospital en el solar de Son Dureta.
De momento, el PSIB no se plantea otro emplazamiento para el hospital que no sea el de Son Dureta porque, entre otras razones, si se hiciese en este punto, el Govern podría recibir ayudas de Madrid. En cambio, ello obligaría a revisar el proyecto adjudicado para adaptarlo al terreno. En caso contrario, debería buscarse otra ubicación.