Si van de visita al Museo Militar de San Carlos y echan un vistazo al foso que rodea la fortaleza, verán que está muy limpio, sobre todo de hierbas. Un mulo, Mu, y tres burros, Gris, Menut y el pequeño Negre, a quien también llaman Charli, por lo de San Carlos, su hábitat, se encargan de la limpieza el lugar.
Hace años eran las cabras las que comían las hierbas, pero si no las sujetaban, se escapaban y luego era un lío hacerlas volver. Las sustituyeron por ovejas. Pero tampoco fue bien. Cumplían en su misión de limpieza, pero se llenaban de parásitos. Así que pensaron en los nobles y dóciles cuadrúpedos y... Pues helos ahí, felices. Y el lugar, más limpio que una patena. A cambio, sólo piden agua, y de vez en cuando algún que otro mendrugo de pan, y una sombra donde cobijarse de los calores. Porque la lluvia y el frío no son problemas para ellos.
Pedro Prieto