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El 90 por ciento de los cuidadores de personas mayores remunerados en el Estado español son inmigrantes, según se refleja en un estudio presentado por el profesor de la Universitat de les Illes Balears, Luis Ballester, en el marco del 49 Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
La organización del evento que se celebra hasta hoy en el Auditorium de Palma afirma que dicho informe explica «cómo está cambiando el sistema de atención informal a los mayores dependientes», que antes era ejercido por los familiares y que ahora lo protagonizan en muchos casos trabajadores de «muy bajo coste».
Mayores
Ballester destacó que en Mallorca hay unos 6.500 inmigrantes que cuidan a personas mayores, según datos de cotización a la Seguridad Social, lo que representa el 3 por ciento del total nacional, dado que «se estima que en España puede haber 200.000 personas extranjeras que son cuidadoras de mayores».
Según el profesor, la delegación de cuidados que antes realizaban los familiares se efectúa principalmente a favor de las mujeres latinoamericanas inmigrantes.
En este proceso de sustitución ha ayudado, de acuerdo con el informe, «la dedicación horaria, el idioma, la buena disponibilidad y la capacidad afectiva de la población inmigrante», apostilla.
Otro de los ponentes en la segunda jornada del congreso fue Alejandro Miquel, también profesor de la Universitat de les Illes Balears, quien habló de los inmigrantes cuando envejecen.
El inmigrante, según Miquel, tiende a elaborar un proyecto migratorio basado en tres premisas: «Cerca, por poco tiempo y capaz de resolver los problemas de dinero existentes», concretó.
Sin embargo, la realidad suele devolverle el «lejos, durante largos períodos de tiempo y con escaso dinero», lo cual causa «un gran problema de adaptación».