Me pierdo este año el salto de la reja -o a la verja, como dicen algunos-, que se producirá esta noche en la ermita del Rocío, porque las elecciones mandan. Como les conté anteayer, anoche, sobre las diez, la Hermandad del Rocío de Palma hizo su presentación oficial ante la Divina Pastora. ¿Qué por qué tan tarde si la presentación comienza a mediodía? Pues porque son muchas hermandades, y se llega al templo por riguroso orden de antigüedad. Y la de Palma es la número 102. Es una ceremonia en que cada una de las hermandades, con la carreta portando el Sin Pecado, se detiene por espacio de unos minutos frente a la puerta principal de la basílica rociera, honrando de este modo a la Pastora.
En cuanto a hoy, domingo de Pentecostés, fiesta mayor del Rocío, en la gran plaza de la aldea se celebrará a mediodía una misa concelebrada a la que asistirán todas las hermandades, cuyos Sin Pecados se situarán en torno al altar. Y en la madrugada del lunes, se producirá el salto. La Hermandad de Palma regresará mañana por la noche, quedándose un grupo que se encargará de traer por carretera y mar la carreta y el Sin Pecado.
A lo largo de la semana, en los aperitivos habremos ventilado un jamón pata negra y dos quesos por día; hemos comido, yo diría que muy bien, gracias a dos excelentes cocineros, María y José, y éste último es un maestro en el corte del jamón y del queso. Como siempre, gracias a la Hermandad del Rocío se ha vuelto a hablar de Palma y de Mallorca.
Pedro Prieto