N. D.
¿Quién dijo que el candidato no cuenta en las grandes ciudades? Los resultados de las elecciones de 2003 demuestran lo contrario. La importancia de quien ocupe el cartel electoral en los pequeños municipios está acreditada, pero Palma se libra de la atracción de algunos cabezas de lista.
Si se toma el ejemplo de hace cuatro años, aparece un fenómeno singular que no se había dado en las elecciones celebradas en 1999. En las elecciones al Ajuntament, 70.567 ciudadanos votaron a Catalina Cirer como representante del PP, pero cuando tocaba elegir al candidato al Parlament, 'sólo' 68.425 ciudadanos cogieron la papeleta del PP. Es decir, Jaume Matas obtuvo en Palma 2.142 votos menos que Cirer.
Pero la diferencia más llamativa se da en la izquierda balear. Antoni Roig, candidato del PSOE, consiguió 41.531 votos en Palma, mientras que Francesc Antich, el candidato del PSOE al Parlament, obtuvo el apoyo de 45.844 ciudadanos. Es decir, Antich logró 4.313 votos más que Roig (un por ciento más de votos).