Aunque la batalla, según marca la historia, siempre se libra con la misma victoria de las tropas solleriques de Joan Angelats, las cámaras fotográficas reflejan la alegría y entrega en los rostros de ambos bandos. Una explosión de riqueza, a todo color, las que podemos ver durante todo el evento, que se celebró el pasado lunes y que Ultima Hora informó ayer. Cada año cuenta con mayor participación, entre los jóvenes mallorquines.
Ataviados con una perfecta indumentaria que desvela el bando al que pertenecen, en sus caras podemos apreciar que son amigos. Payesas, bandoleros y moros guardan complicidad en una fiesta que a pesar de luchar sonríen y comparten un trago de buen vino mallorquín.
Las escenas que se dan durante toda la batalla, tras el desembarco de la Platja d'en Repic, en el Port de Sóller, es objetivo de las cámaras fotográficas y video de una multitud de público, vecinos, residentes y turistas que viven de manera festiva los hechos históricos del 11 de mayo de 1561. Las fotografías de nuestra compañera nos muestra algunos de esos momentos donde los sollerics vibran, comparten y luchan. Rostros perfectamente ambientados a un momento crucial de la historia y que hoy en día es una de las mayores celebraciones de la Isla.
Julián Aguirre