Los amantes de los vehículos clásicos Renault Turbo celebraron ayer su III Vuelta a Mallorca, con la participación de más de 50 coches y 110 pilotos y copilotos. Un encuentro marcado por el rugido de unos motores de los años 80, que en su época marcaron un hito por sus prestaciones. Desde el aparcamiento del Festival Park, tradicional punto de encuentro de las citas automovilísticas, partió la concentración, compuesta por modelos Renault 5 Turbo, Renault 11 Turbo y Renault Alpine. Sus cilidrandas oscilan entre los 1.300 c.c. y los 3.000 c.c., las cuales ofrecen potencias que van de los 130 C.V. y los 250 C.V. capaces de impulsar velocidades del orden de los 200 a 250 kilómetros por hora.
Todo un abanico de sensaciones al volante, en una ruta que pasó por Sencelles, Algaida, el monasterio de Cura, Llucmajor, Porreres, Felanitx, el Puig de Sant Salvador y Petra, donde pararon para comer antes de emprender el regreso al centro de ocio de Marratxí.
Conducir un vehículo como éstos supone experimentar un tipo de conducción diferente al que ofrecen los coches actuales, más directa y que requiere una mayor atención, indican sus poseedores. Unos motores que destacan por su mecánica y sobrealimentación sin electrónica, que ofrece unas reacciones propias del mundo de la competición. Otro aliciente son sus piezas en común a nivel de carrocería y consola de mandos con los coches de grandes series.
Gabriel Alomar