Miles de ciudadanos, 7.000 según las primeras estimaciones de la Conselleria d'Obres Públiques, quisieron probar la nueva línea metropolitana que conecta el corazón de Palma, la Plaça de Espanya, con la UIB en trece minutos. Y lo hicieron desde las 6.15 de la mañana, hora en la que echó a andar esta nueva infraestructura de transporte público, hasta las 22.50, hora en la que el último convoy salió de la Universitat de les Illes Balears en dirección a Palma. Con esta nueva inversión, Palma se coloca al mismo nivel que Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, las otras cuatro ciudades de España en la que también funciona una línea metropolitana.
A primeras horas de la mañana, aún de noche, apenas dos viajeros se acercaron hasta la estación intermodal de Palma para asistir al primer viaje del tren metropolitano con público. Eran Cristina Olmedo y Pedro Llabrés, dos ciudadanos que acudieron por la simple curiosidad de viajar en el primer trayecto público de metro. Les acompañó la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, que estrenó la línea de metro acompañada por unos cuantos periodistas.
El viaje inaugural fue muy rápida ya que en ninguna de las ocho estaciones que existen además de la intermodal había pasajeros. Sí se vio a algún curioso en las estaciones del Polígon de Son Castelló, que bajaron hasta los andenes para ver el desfilar los vagones, aunque no se subieron a ellos.
Cabrer y el grupo de periodistas llegaron a la estación de la UIB doce minutos después de haber salido de la Plaça de Espanya. Una vez allí, tomaron el convoy de vuelta a la estación intermodal. En la estación de Son Sardina entraron los primeros usuarios 'reales' del metro. Pese a que era el primer día de funcionamiento, se atrevieron a probar qué supone acudir al trabajo utilizando el metro.
Durante todo la jornada de ayer y las que quedan hasta septiembre, el billete de metro será gratuito. La consellera d'Obres Públiques aseguró que, con esta medida, pretenden dar a conocer este nuevo servicio de transporte público y animar a los ciudadanos a que lo prueben para que se acostumbren a él y dejen aparcado el coche.
A pesar de la gratuidad del viaje, trabajadores del metro se colocaron en los accesos a los vagones para repartir unos billetes simbólicos entre los pasajeros con el fin de hacer una estimación, aunque fuera parcial, del número de viajeros que ayer utilizaron este servicio. El gerente de Serveis Ferroviaris de Mallorca, Rafel Pons, explicó que el Govern estima que el metro podrá ser utilizado por unos 300.000 ciudadanos cada mes, es decir, cerca de tres millones de usuarios al año.
Tanto Pons como Mabel Cabrer reconocieron que, durante el verano, puede que no se cumplan estas expectativas. Durante los meses de julio y agosto la Universitat no funciona por lo que el tráfico de pasajeros será menor. A pesar de este probable descenso, en el Govern confían en que se producirá un progresivo incremento en el número de pasajeros que utilicen la línea de metro en dirección al Polígon Son Castelló, donde la actividad no para tampoco en verano, aunque se reduzca un poco.
SFM no tiene previsto reducir por el momento las frecuencias de los viajes durante los fines de semana. Se mantendrán en trece minutos, es decir, saldrá un tren cada trece minutos, pero las posibles modificaciones se estudiarán más adelante en función de la demanda de usuarios.
La mayor parte de los usuarios que ayer tomaron los primeros metros iban en dirección o a la Universitat o al Polígon Son Castelló. Pero las cosas cambiaron a lo largo de la mañana y, especialmente, por la tarde, ya que cientos de curiosos se acercaron hasta la estación para usar el metro de Palma por primera vez en su vida. La Conselleria espera que la mayor parte de los ciudadanos se acerquen durante este fin de semana aprovechando que los billetes seguirán siendo gratis hasta septiembre. A partir de esa fecha, el billete sencillo costará 0'65 céntimos.