La participación de Mariano Rajoy en el programa de TVE Tengo una pregunta para usted ha tenido consecuencias muy positivas para el líder de la oposición. Su imagen ha salido reforzada porque se vio a un político cercano, alejado de las posiciones ultramontanas de otros dirigentes de su formación política. Rajoy recuperó su perfil más centrado, aquel previo a la pérdida de las elecciones, y dejó a un lado la cara más crispada que ha lucido durante estos tres años de dura oposición al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Sin desautorizar la postura de Àngel Acebes, Rajoy se alejó de la teoría conspirativa de los atentados del 11-M y reaccionó con gran acierto ante una de las preguntas más directas que se le formularon, relativa a las bodas entre homosexuales. En aspectos como el desencuentro con el Gobierno en materia antiterrorista se mantuvo firme, no se movió un ápice, pero se alejó del tono crispado que ha dominado la política nacional en los últimos meses, crispación provocada por la actitud de otros cargos del PP.
Rajoy mostró la cara más centrada del PP y ése es el camino que deberían seguir a partir de ahora los 'populares'. Todos los analistas coinciden en que la participación del líder del PP, su tono templado e incluso sus errores estratégicos, como el de no informar de lo que cobra, han acercado y suavizado la impresión que los españoles tienen de él. Bien está que los 'populares' viren y cambien una estrategia que les ha colocado frente al resto de las formaciones políticas del Estado. Está comprobado sociológicamente que las elecciones se ganan en el centro y, en los últimos años, el PP ha defendido posiciones que se han alejado mucho de la posición central en la que debería estar toda formación que aspire a convertirse en un partido de gobierno.