En abril, aguas mil» dice el refrán, y «diez mil» debería decir a juzgar por el caudal que estos días presentan los torrentes de la Vall de Sóller que, después del mes de abril más húmedo que se recuerda y de las lluvias torrenciales del pasado sábado, se muestran rebosantes de aguas rápidas y cristalinas como hacía tiempo que no llevaban. Y esto que los caudales ya se han estabilizado y han disminuido desde el domingo, cuando solamente unas horas antes el Torrent Major se llegó a desbordar cerca de su llegada al Port, inundando huertos y algunas casas e impidiendo el paso del tranvía y de los coches por la carretera.
Hay que recordar que en el tramo inferior del Torrent Major se juntan los caudales de otros dos torrentes importantes como son los de Biniaraix y Fornalutx. A las cantidades inmensas de agua recogida por estos torrentes en episodios como el del último fin de semana, con más de 200 litros por metro cuadrado en 24 horas, hay que añadirle las aportaciones de torrentes menores como el de Jaiot, Norais o Montreal.
No sólo los torrentes presentan un aspecto espectacular sino que por todo el Valle, acequias i «eixugadors» también están llenos a rebosar hasta el punto que su cauce resulta insuficiente. Por todos sitios nacen «albellons» o manantiales que surgen de un suelo ya saturado de agua. Lluc Garcia