Con motivo del 125 aniversario de la cesión del Cristo de los Navegantes desde la Casa de Formiguera a la iglesia de la Immaculada Concepció (Sant Magí), las cofradías de Nuestra Señora de la Asunción, de Nuestra Señora del Carmen y del Cristo de los Navegantes recuperaron de común acuerdo este último nombre para su desfile procesional de Dilluns Sant, no utilizado desde el año 1968, y que tuvo lugar anoche por las calles de Santa Catalina entre una lluvia intermitente.
La procesión, que este año salió de la iglesia de Sant Magí, estuvo acompañada por la Banda de Música de La Salle y por la Agrupación Musical de Santa Cecilia de Son Rapinya, y recorrió las principales calles de la barriada de Santa Catalina en medio de la devoción y algunos aplausos de los feligreses.
La Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, vinculada a los Padres Carmelitas, cuyos cofrades vestían con túnica marrón, capa y capirote azul, abrieron la procesión.
A continuación, les siguieron los cofrades de Nuestra Señora de la Asunción de Son Espanyolet, vinculada a la parroquia de los Padres Teatinos, con su túnica y capirote azul celeste y capa blanca. Por último, y presidiendo la procesión, desfilaron los cofrades del Cristo de los Navegantes, con túnica y capirote blancos y capa azul, vinculados a la iglesia de la Immaculada Concepció de Santa Catalina.
Los pasos
En cuanto a los pasos, la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen sacó La primera caída, Nuestra Señora de la Asunción estrenó El beso de Judas, mientras que los cofrades del Cristo de los Navegantes desfilaron junto a la Virgen Dolorosa y la imagen que les da nombre, como caso excepcional y con motivo de la efeméride antes referida. El Cristo de los Navegantes, que fue sin duda la imagen más observada, no salía en procesión desde 1968.
En cuanto al recorrido, la procesión partió desde la iglesia de la Immaculada Concepció por la calle de Sant Magí, Cerdà, Plaça de la Navegació, calle Pou, Fàbrica, Cotoner, Bayarte, Verge del Miracle, Sant Magí y de nuevo la iglesia.
Las tres cofradías estuvieron representadas por un gran número de cofrades, pese a que hasta el último momento estuvieron barajando la posibilidad de suspender la procesión, tal y como sucedió en otras procesiones previstas, ante la climatología adversa.