La Educación es esencial en las sociedades modernas y todo cuanto se haga para modernizarla y adecuarla a los tiempos y a los nuevos conocimientos es sumamente positivo. Para ello, naturalmente, es preciso solventar los serios problemas que acucian a la enseñanza en todo el Estado y, en particular, en Balears. Los índices de fracaso escolar, el pronto abandono de los estudios por parte de una mayoría, la integración de la cada vez más creciente población escolar inmigrante o el bajo nivel de los conocimientos en comparación con otros países de nuestro entorno, son serias trabas a las que, desde la Conselleria d'Educació, se debe poner remedio.
Es cierto que se están adoptando determinadas medidas que, si se aplican con acierto, pueden contribuir a mejorar sensiblemente toda esta situación. Aunque también es verdad que queda mucho camino por recorrer.
En todo este proceso es preciso contar con los padres y facilitarles a éstos las opciones precisas para que, con la mayor libertad, puedan escoger qué tipo de educación y enseñanza quieren para sus hijos. Es por ello notablemente positiva la medida de extender la gratuidad de la enseñanza concertada al Bachillerato, ya que supone una sensible ampliación de las opciones de libre elección de centro una vez finalizada la escolarización obligatoria.
Aunque, claro está, ahí no se acaban todas las necesidades del espectro educativo y preciso es, además de la construcción de numerosos centros públicos que se ha llevado a cabo en esta legislatura, dotar a éstos de los medios humanos y materiales necesarios para que no exista una diferencia sensible por lo que se refiere al nivel que adquieren los alumnos ya sean de éstos o de otros concertados. Con todo, el paso dado en el Bachillerato es muy positivo, pero habrá que seguir avanzando en un camino largo y complejo.