NEKANE DOMBLÀS
La candidata del PP a la Presidència del Consell, Rosa Estaràs, presentó ayer su candidatura ante 1.800 militantes del PP en medio de constantes referencias y ataques a UM y a su presidenta, Maria Antònia Munar. «Esto no es un reinado ni un principado», dijo la candidata tras iniciar su discurso apelando a la ética y a la regeneración democrática. «Necesitamos el cambio en las formas y el fondo», añadió, para así poder aplicar una nueva manera de ejercer el poder.
La candidata se comprometió a que todos los miembros del Govern se sometan al control de la oficina anti corrupción y a un estricto régimen de incompatibilidades. En cualquier caso, también aseguró que su propósito en la Presidència del Consell no será «buscar bajo las alfombras», sino «abrir las ventanas para que entre aire fresco».
Aseguró que aspira a convertirse en la próxima presidenta de Mallorca a través de las urnas. «No quiero ser una presidenta elegida en los despachos», añadió. Por ello apeló al voto útil, incluido el de la izquierda, para cambiar la situación actual del Consell de Mallorca.
La intervención de Rosa Estaràs estuvo precedida por la del presidente del PP balear, Jaume Matas, quien consideró legítimo, pero no «lógico» que tres diputados de Mallorca, en referencia a UM, manden sobre 33. «La gente de Mallorca quiere acabar con esta situación y Rosa Estaràs es su única esperanza», añadió. Ni Estaràs ni Matas hicieron ni sola referencia a los dos otros partidos con opciones de conseguir representación en estas elecciones: PSOE y Bloc.
El presidente del PP aseguró que, desde su experiencia, -«yo sé algo de esto», dijo- sólo cuando se conecta con los ciudadanos se consigue el triunfo. Añadió que se puede «hacer publicidad o intentar comprar voluntades», pero el único secreto está en conectar con la gente. Por eso aseguró que Estaràs será «imbatible». «Queremos dar la batalla y por eso presentamos a la mejor candidata que tenemos.
Catalina Cirer había subido antes al escenario para asegurar que, con Estaràs como presidenta, cumplirá la Ley de Capitalidad y permitirá que la fachada marítima sea como quieren la mayoría de los ciudadanos. Ana Pastor, dirigente del PP nacional, fue la única que atacó al PSOE durante su intervención.