En su primer año en la nueva ubicación en Son Fuster, la Fira del Ram presenta interesantes novedades que coinciden con las atracciones más tradicionales en un espacio que a lo largo y ancho de 107.000 metros cuadrados alberga más atracciones que nunca hasta sumar sesenta variedades. Entre las innovaciones más rutilantes y espectaculares destaca el nuevo ratón salvaje, una suerte de montaña rusa de nuevo diseño que despierta frenesí entre los más jóvenes. Igual ocurre con la catarata, un circuito acuático dotado de cascada que permite disfrutar de un paseo a flote, con el incentivo de los saltos de agua en puntos estratégicos. Otra novedad espectacular viene ofrecida por esalto morta que permite experimentar el vértigo de saltar al vacío desde una altura considerable, sin riesgo para los atrevidos usuarios.
Durante esta primera semana de plena actividad, la Fira del Ram ha atraído a un numeroso público que además de las atracciones dispone de hasta 130 puestos de comida, tómbolas, rifas, máquinas, casetas y cafeterías donde reponer fuerzas de las emociones en cadena que suscita el recinto por doquier en un complejo que suma 190 actividades y 60 grandes atracciones. Las nuevas representan todos los años un acontecimiento esperado por los más asiduos visitantes de todos los años que esperan con ansiedad disfrutar del ingenio hecho diversión que ofrecen las últimas técnicas mecánicas y electrónicas que hacen posible su funcionamiento sin renunciar a las más exigentes medidas en materia de seguridad.
Junto a las nuevas atracciones, se mantienen las tradicionales, que los padres y hasta abuelos que acompañan a los pequeños al recinto recuerdan con cariño de sus años mozos. Es el caso del veterano látigo, la noria, los coches de choque o la casa del terror que constituyen un compendio de velocidad, emociones múltiples y miedo con sabor añejo. Un aparcamiento con 1.300 plazas por Eusebio Estada y la lÍnea 10 de la EMT facilitan el acceso un año más al nuevo recinto hasta el 17 de abril.
Gabriel Alomar