La manifestación convocada por el GOB y las plataformas partirá a las 18 horas de la Plaça d'Espanya y concluirá en la Plaça Major tras haber pasado por Oms, Unió, Born, Conqueridor, Cort y Colom. Representantes de las organizaciones convocantes posaron ayer con la pancarta que encabezará la marcha, cuyo lema es «Prou de destrucció, salvem Mallorca».
170 entidades se habían adherido ayer a la convocatoria. Incluso la presidenta de UM y del Consell, Maria Antònia Munar, dijo apoyar el lema de la manifestación, si bien su partido no se ha adherido. UM ha dado libertad a sus afiliados para que participen si quieren, pese a que la política territorial y urbanística del Consell también es objeto de la protesta. Según Munar, la mejor forma de garantizar la protección es que todos los municipios se adapten al plan territorial que ha aprobado el Consell.
Munar fue clara a la hora de criticar los intentos de equiparar a quienes puedan haber cometido alguna infracción urbanística con los responsables de casos de corrupción como el de Andratx, lo que atribuyó a una estrategia de «persecución».
Munar se refirió a lo que consideró «estrategia de confusión» entre infracciones y corrupción urbanística que atribuyó a «medios de comunicación».
También el candidato socialista Francesc Antich se pronunció ayer. Antich dijo que el Govern presidido por Jaume Matas ha suspendido «a voluntad» durante esta legislatura y aseguró que la «eficacia» del PP para destruir el patrimonio y fomentar la especulación «es uno de los muchos motivos» para asistir a la manifestación. Acompañado por la candidata al Consell, Francina Armengol, dio la enhorabuena a las plataformas ciudadanas que, a su juicio, «han trabajado desde la lealtad al territorio».
La candidata socialista recordó que el Govern ha llevado a cabo «macroproyectos desproporcionado» y criticó el Plan Territorial.
También el portavoz del Govern aludió ayer a la manifestación.
Joan Flaquer insistió en destacar la «clave electoral» de la convocatoria pero expresó su «respeto» ante los convocantes. E hizo una observación: recalcó que los convocantes deberían «tener presente» cuál fue la política urbanística que llevó a cabo el Consell de Mallorca entre 1995 y 2003, periodo durante el cual el PSIB gobernaba la Institución Insular junto a Unió Mallorquina.
«El urbanismo hubiera seguido el mismo camino si hubiera seguido gobernando la izquierda»,dijo.