Si sabe idiomas y tiene el título de Técnico de Empresas de actividades turísticas, puede hacerse guía turístico oficial una vez que haya superado el examen de aptitud de guía. Y si sólo posee un diploma, además de idiomas, tendrá que someterse a unas pruebas específicas, que abarcan temas sobre geografía, historia o arte.
Desde el Colegio Oficial de Guías, donde nos reunimos con Magdalena Torrens (presidenta), Joan Bonet (vicepresidente) y Sebastián Mateu (gerente), nos informaron de que ahora es un buen momento para acceder a esta profesión, entre otras razones por una fundamental: se necesitan guías, y a ser posible jóvenes.
En contra de lo que suponíamos, que había especialidades de guías, éste está preparado para dar las oportunas explicaciones de cualquier lugar dentro de esta Comunidad. Es decir, un guía oficial residente en Palma puede trabajar en cualquier lugar de las Islas.
Los guías oficiales tienen tres ofertas de trabajo: día entero, mediodía y de larga duración, o de ocho horas en adelante. Por lo que respecta a emolumentos, esa es otra cuestión, puesto que estamos hablando de una profesión relativamente bien remunerada: por encima de la de los mileuristas, pero por debajo de otras en las que no se trabaja tanto.
Desde el colegio señalan que para alcanzar los 1.500 euros al mes, uno debe de trabajar 240 días al año, corriendo de su cuenta la Seguridad Social. En el caso de que el guía cause baja por enfermedad, no trabajará, por tanto no cobrará, y si se compromete para un trabajo y éste se suspende, tampoco cobrará. Es lo que se denomina no tener la seguridad en el trabajo garantizada. Esta profesión sabe de luchas contra el intrusismo, «que en algunos casos es hasta patético», señala la presidenta. Y el intrusismo puede llegar en forma de Rep, guías que colocan algunos touroperadores que cobran menos que los oficiales, pero que sus conocimientos son mínimos, con lo cual el cliente sale perdiendo. «Parece ser que ya existe un borrador para unificar los estatutos de los guías de Europa -apunta el gerente- con lo cual se reducirá notablemente ese intrusismo».
Abundando en lo dicho, Joan Bonet, vicepresidente, asegura que mientras ciertos países emisores, como Alemania o Reino Unido, no están mucho por la labor de colocar en sus excursiones a un guía oficial, países receptores como Italia, España y Grecia exigen que los guías sean oficiales. «De ahí la necesidad de unificar criterios y hacer un estatuto para todos». «Sería muy interesante -apostilla la presidenta- que en el último curso de la carrera de turismo, parte de él se dedicara a prácticas de guía turístico, lo cual animaría a muchos a encaminar sus pasos hacia esta profesión».
Pedro Prieto
Foto: Click