El sol y temperaturas casi veraniegas acompañaron ayer las actividades organizadas con motivo del Dia de les Illes Balears en su jornada de clausura, que se vivió con una masiva asistencia de público.
Antes de las once de la mañana ya se dejaban ver largas colas frente al Consolat de la Mar, cuyos responsables calcularon que habían pasado por allí más de cinco mil personas.
En el recinto de la Mostra de Cases i Centres Regionals se celebró una multitudinaria misa rociera, a la que asistieron acompañadas por el presidente de la Federación de Casas Regionales, Iluminado Largo; la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer; la consellera d'Immigració, Encarna Pastor; el director de Relacions Institucionals del Govern Balear, Toni Contestí; la concejal Margalida Ferrando y el director general de Dinamització Ciutadana, Miquel Blando. Contó además con la presencia en lugar destacado de todos los presidentes de casas regionales de Balears.
Finalizada la misa, hubo parlamentos y la consellera Encarna Pastor recibió una insignia de manos de Iluminado Largo.
Luego se abrieron las casetas y el numeroso público se lanzó a degustar los manjares que ofrecían. La Casa Vasca, con sus pinchos regados de vino de la Rioja alavesa y sidra; Castilla y León, donde el ibérico arrasaba; la de Cantabria, con sus deliciosos sobados, y en la de Murcia, sus longanizas. La Casa de Valencia contó con las danzas del Grup Azahar, venidos expresamente a Palma para la ocasión.
En los aledaños del Consolat, recinto amenizado por la banda Wonderbrass, el público disfrutó paseando entre los puestos de los artesanos o viendo la indumentaria de finales del XIX que lucían conocidos actores.
Junto a todos ellos estuvieron atentos los ángeles del 112 Emergencies.
Amalia Estabén