Ouald Moussa, delegado Saharaui para las Illes Balears, está preocupado ante el estancamiento de la situación de su país, aparcado en tiendas de campaña -jaimas- instaladas en una de las zonas más inhóspitas del Sáhara argelino, lejos del territorio que le corresponde, desde hace 30 años ocupado por Marruecos, que para impedir el regreso de éstos por sorpresa ha levantado un muro de 600 kilómetros de longitud y, en la zona saharaui, ha esparcido diez millones de minas personales. Pero es que hay más: a los muchos problemas que conlleva el vivir en tierra prestada tratando de regresar a la propia, «se suma ahora el de la carencia de alimentos hasta el punto de que de unos meses a esta parte les llegan racionados. Por persona y mes, les corresponde un 1 kilo de arroz, otro de azúcar, dos kilos de harina, tres latas de sardinas un litro de aceite...». Una miseria que se suma a las muchas que padecen, pero que ellos llevan con inmensa dignidad.
Además de agradecer al pueblo de Balears «la ayuda que nos está dando, e igualmente la que nos está ofreciendo el Govern balear», y recordarnos que el próximo 28 de los corrientes se ha organizado un viaje al Sáhara Occidental para que los mallorquines que han tenido niños saharauis en sus casas durante el verano puedan verlos y, de paso, conocer el ambiente en que viven, pasa a recordarnos que allí la situación es extrema, y que solución inmediata no la hay. «Por una parte, Marruecos no acepta que el Sáhara Occidental vuelva a sus territorios, a no ser que lo hagamos como una provincia autónoma dentro de su Reino, no como un estado, que es lo que somos, por lo que nosotros no vamos a aceptar nunca esto. Lo peor es que por todo, los saharauis que se quedaron en los territorios ocupados por Marruecos, como Aaiun, son perseguidos y lo están pasado mal. Por otra, el Gobierno de Zapatero, según parece, tampoco verá mal esta solución. «Sí, dice que está de acuerdo con la autodeterminación del pueblo saharaui, pero no rechaza la propuesta de Marruecos para convertirnos en provincia autónoma. Todo lo contrario. Y encima va y les vende armas por valor de 200 millones de euros».
Mientras tanto, alrededor de 155.000 saharauis siguen viviendo desplazados en ese extremo del Sáhara, repartidos en cuatro provincias llamadas como la de los territorios ocupados: Aaium, Esmara, Dajla y Auserd, distribuidas cada una en seis municipios excepto Esmara que tiene siete, dotados todos ellos, dentro de una modestia, de infraestructuras imprescindibles, tales como hospitales, dispensarios, colegios, mercadillos, policía, transporte, etc.
El español es el segundo idioma después del árabe. Pero por aquellas cosas de la política, los saharauis conservan nuestra lengua por un acuerdo que tienen con... Cuba, a donde van a estudiar los universitarios de donde regresan con una carrera y hablando la lengua de Cervantes.
Pedro Prieto