El lunes 27 de noviembre de 2006, horas después de que el juez Àlvaro Latorre diese luz verde al inicio de la «operación Voramar» contra la corrupción urbanística en el municipio de Andratx, Eugenio Hidalgo Garcés se jactó ante la Guardia Civil de ya sabía que iba a ser detenido.
Según el folio 62 de las diligencias E-37/2006 abiertas por la Comandancia de la Guardia Civil incluidas en el sumario del «caso Andratx», un brigada del Instituto Armado certificó ante el instructor de estas diligencias y un secretario que, el mismo 27 de noviembre, «el detenido Eugenio Hidalgo Garcés, a la espera de que se realizara el registro de su despacho de la Alcaldía, éste le manifestó en el transcurso de la conversación que mantenía que: 'lo que iba a pasar lo sabía desde el sábado', sin poder precisar las palabras exactas empleadas por el señor Hidalgo Garcés en su comentario», hizo constar el suboficial del Instituto Armado ante sus superiores el martes 28 de noviembre.
De esta manera, a tenor de lo manifestado por el brigada que escoltó a Hidalgo el día de su detención, parece desprenderse que, dos días antes de que se produjera la mencionada detención (el sábado 25 de noviembre), el hasta entonces máximo mandatario del Consistorio andritxo ya tenía constancia de que el lunes siguiente la Guardia Civil tenía previsto irrumpir en la sede municipal del castillo de Son Mas para proceder a su arresto.
Por otra parte, cabe recordar que, tal y como desveló este diario en su momento y reconoció el propio Hidalgo en su primera declaración ante el juez Latorre, en la mañana del sábado 25 de noviembre el todavía alcalde mantuvo una reunión con el secretario general del PP, José María Rodríguez, en la que éste le dijo «que iba a haber lío y si estaría dispuesto a dimitir si pasaba algo».
Posteriormente, es necesario refrescar también que, en la tarde del mismo sábado, Hidalgo se volvió a reunir con Rodríguez en presencia del president del Govern balear, Jaume Matas, en la sede presidencial del Consolat de la Mar. Finalmente, apuntar que, al día siguiente, el domingo 26 de noviembre, Eugenio Hidalgo acudió al su despacho del Ajuntament d'Andratx para destruir documentos.