El hospital de Son Dureta ha tenido que desviar, en estos últimos cinco días, a alrededor de 50 pacientes a los hospitales de la empresa pública Gesma, Sant Joan de Déu y privados porque sus instalaciones están ocupadas al cien por cien.
Así lo confirmó ayer el gerente de Son Dureta, Carles Ricci, quien reconoció que «el hospital está lleno» y que cuentan con «una importante presión asistencial en los servicios de urgencias».
«Hemos desviado pacientes para garantizar su buena calidad asistencial», puntualizó Ricci, y añadió que «aunque el hospital está lleno y la calidad hostelera se resiente, sí que podemos garantizar que la calidad asistencial es la misma de siempre».
Por su parte, la Federació de Sanitat i Sectors Sociosanitaris de CCOO de Balears remitió ayer un comunicado a los medios de comunicación en el que afirma que «desde el 18 de enero el Servicio de Urgencias de Son Dureta se halla desbordado» y que, pese a los esfuerzos de los profesionales del área de Urgencias por paliar esta situación, «a día de hoy las condiciones siguen siendo las mismas».