El Obispado de Mallorca celebró ayer en la Catedral la celebración interconfesional en la que participan todas las iglesias cristianas de Mallorca. El acto, que estuvo presidido por el obispo, Jesús Murgui, se enmarca en las diversas celebraciones de la Semana de Oración por la Unidad de 2007.
Se trata de una celebración a nivel mundial que se desarrolla del 18 al 25 de enero. El lema de la jornada de este año se inspira en una de las frases de Jesús: «Hace que los sordos oigan y que los mudos hablen».
La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos invita a los creyentes a expresar su unidad, a «romper el silencio» y unir esfuerzos con el objetivo de hacer frente al sufrimiento humano.
La jornada se prepara conjuntamente desde 1968 por la Fe y la Constitución del Consejo Mundial de las Iglesias y por el Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad de los Cristianos de la Iglesia.