Pollença vive intensamente sus fiestas. Esta es una afirmación incuestionable y que cualquiera que se acerque a la localidad podrá percibir en cuestión de segundos. Los pollencins se vuelcan en cada uno de los actos de sus principales celebraciones, Sant Antoni y los populares Moros y Cristianos, como si en ello les fuera la vida.
El día del patrón de los animales, con el pino como protagonista, es una de las fechas destacadas de su calendario y, tal vez, una de las formas más singulares de celebrar Sant Antoni en Mallorca. Desde hacía una semana, un pino de más de veinte metros de longitud, robusto y pelado, esperaba en la finca de Ternelles su momento para ser llevado rumbo a la Plaça Vella.
Y los pollencins cumplieron: puntuales a su cita, después de las Beneïdes se reunieron en la Almoina para ir a buscar el pino acompañados de los xeremiers. Gente de todas las edades aprovechó el buen tiempo de ayer y bajo un brillante sol salieron hacia Ternelles. Pa amb oli, arenques, vino y mucho mesclat fueron los aliados de los pollencins para coger fuerzas para la dura tarea de conducir el carro cargado con el pino por la calles, empedradas y estrechas, hasta la Plaça Vella.
A. Hernández