Fernando Alzamora (Palma, 1944) fue reelegido ayer presidente de Caixa de Balears Sa Nostra por unanimidad de los miembros del consejo de administración, con vocación de «consenso y colaboración» con todos los estamentos de la entidad y «la responsabilidad de propiciar un ambiente favorable para que la Dirección General, su comité y la plantilla consigan los objetivos establecidos y mantengan la línea de resultados positivos», según dijo.
«Entiendo la presidencia como un instrumento de representación institucional, que ha de promover la armonización y la cohesión de los miembros del consejo de administración desde la colaboración y el consenso», afirmó Fernando Alzamora, quien ya presidió la caja de ahorros entre 1989 y 1991 y posteriormente desde enero de 2006, cuando fue elegido candidato de consenso tras la intervención del Govern en el proceso electoral y la renuncia a la reelección del ex presidente Llorenç Huguet.
El presidente de Sa Nostra, que compareció ante los medios de comunicación tras la reunión del consejo de administración acompañado por el director general de la entidad, Pere J. Batle, se comprometió a desarrollar su mandato de cuatro años con «profesionalidad y prudencia y con coherencia y respeto a los principios que rigen la entidad desde su creación», con la finalidad de mantener la cohesión institucional y sin ahorrar esfuerzos para reafirmar la estabilidad de la entidad».
Fernando Alzamora, quien informó que la elección de las vicepresidencias y secretarías se ha pospuesto para una próxima reunión del consejo de administración, destacó por otra parte el «reto» que supondrá para la entidad la implementación del nuevo plan estratégico (2007-2010), el cual marca como objetivo la duplicación del balance y de los beneficios en cuatro años.
El director general, Pere J. Batle, indicó que el nuevo plan estratégico de la entidad incidirá en las dos «políticas estrella» que la han registrar unos resultados «magníficos» en los últimos años, como son la expansión de oficinas en diferentes comunidades autónomas, sobre todo en las zonas de Madrid, Catalunya y Levante, y especialmente en la política de participación empresarial, tanto en seguros, empresas participadas e inversiones.