El fiscal Anticorrupción de Balears, Juan Carrau, dirigió un escrito al juez instructor de la trama de corrupción urbanística en Andratx en el que solicitaba la investigación de la filtración de los datos de la causa judicial, al entender que «otras personas conocían detalles concretos de unas diligencias decretadas secretas y de unos registros y detenciones previstos para el 27 de noviembre de 2006». Así, Carrau justificó su petición de que se incoe una pieza separada, en régimen secreto, con el objetivo de obtener una autorización judicial de la intervención del móvil del conseller d'Interior, José María Rodríguez, en sus conversaciones con el ex alcalde de Andratx Eugenio Hidalgo.
El fiscal señaló en el escrito dirigido al juez Àlvaro Latorre: «Parece ser que al alcalde le advierten (del desarrollo de la 'operación Voramar') personas con gran influencia o con acceso a información reservada». El juez autorizó el 'pinchazo' al móvil de Rodríguez, en principio, por dos meses prorrogables, pero más tarde dictó otro auto en el que limitó las escuchas a poco más de una semana.
Carrau señala en el escrito que forma parte del sumario del 'caso Andratx' que «hay constancia de una llamada telefónica de José María Rodríguez a Eugenio Hidalgo el mismo día de la detención, y que en ella «se advierte que ambos interlocutores conocían la operación policial y judicial que iba a suceder».
En el punto cuarto de su escrito el fiscal señala: «De estas circunstancias se deduce el posible conocimiento de José María Rodríguez de datos concretos de la causa secreta. Su teléfono sirve como cauce de flujo de información de datos y extremos secretos, siendo por tanto un elemento importante a fin de poder determinar el origen de la filtración, su finalidad y sus posibles responsables».
Para justificar el 'pinchazo' del móvil de Rodríguez, el fiscal afirma que «este tipo de delitos clandestinos, y que difícilmente afloran, necesitan de medidas legales extraordinarias para poder acreditarlos. En efecto, los que participan mantienen oculta su comisión, no existe una víctima individualizada que pueda evidenciar o manifestar que el delito se ha cometido y la forma de comisión es enmascarada y ocultada por su autores».