LAURA MORRAL
El sistema educativo de Balears ha recibido un total de 5.361 alumnos de incorporación tardía entre los meses de septiembre y diciembre de 2006, la mayoría de procedencia extracomunitaria, pero también de la Península. Se trata de un incremento de alrededor de 4.300 matriculados respecto al número de escolares incorporados registrado durante el primer trimestre del curso 2005-06, un total de 1.057 (entre octubre y diciembre).
Según datos facilitados por la Conselleria d'Educació, la mayor cifra de este alumnado se concentra en la enseñanza Primaria, con 2.000 nuevas incorporaciones más, frente a los 420 alumnos que llegaron en 2005. Por lo que hace referencia a Educación Infantil, se han incorporado 1.811 escolares, cifra considerablemente más elevada con respecto a los más de 300 niños que se recibieron durante el primer trimestre del año anterior. Una situación parecida se da en ESO, con un total de 1.277 alumnos nuevos frente a los cerca de 300 del pasado curso. En Bachillerato se han incorporado unos 273 estudiantes frente a los 40 del curso anterior.
Teniendo en cuenta que la mayoría de las escuelas de las Islas iniciaron el curso con aulas saturadas y con ratios que superaban en uno o dos el número máximo de 25 alumnos estipulado por clase y por profesor, estas matriculaciones tardías contribuyen a empeorar, todavía más, la problemática de las masificaciones en los centros educativos de Balears.
Según la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Mallorca (FAPA), esta situación, que se está convirtiendo en un problema endémico en las Islas, evidencia la necesidad «imperiosa» de revisar y elaborar un nuevo mapa escolar que contemple una previsión de crecimiento a cuatro años vista.