Una conversación telefónica entre la arquitecta del Ajuntament d'Andratx Cinta Moya y otra persona, grabada por la Guardia Civil, revela unas comprometedoras afirmaciones de ésta referidas al ex director d'Ordenació del Territori del Govern Jaume Massot. «Massot es el más listo y al final se escaqueará; tengo muy claro que Massot era la cabeza pensante y yo hacía las valoraciones para que él no fuera incompatible», le dice Cinta Moya a su interlocutor en un diálogo grabado por orden del juez instructor de la trama urbanística de Andratx, Àlvaro Latorre, el día 1 de diciembre de 2006, a las 16:12:48 horas. Massot está imputado en la «operación Voramar» y sólo permaneció algunos días en la cárcel, ya que el juez decretó su libertad con cargos y sin fianza. Los otros dos principales acusados son el ex alcalde de Andratx Eugenio Hidalgo y el ex celador municipal Jaume Gibert, en libertad con fianzas de 100.000 y 60.000 euros, respectivamente.
Cinta Moya, defendida por el abogado Eduardo Valdivia, es arquitecto técnico del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Contratación del Ajuntament d'Andratx. La grabación realizada por los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) revela que Cinta Moya se puso en contacto telefónico con una persona para «hablar de la enfermedad de la hija de éste». Posteriormente, la conversación deriva hacia Maribel Seguí (ex arquitecta del Ajuntament d'Andratx) comentando que «lo ha dicho todo» (en referencia a las declaraciones que efectuó a la Guardia Civil). También le informa a su interlocutor que ahora «es ella» la que firma los informes del celador (Jaume Gibert), pero le matiza que «no va al sitio» (para comprobar su legalidad). Más tarde, le cuenta lo que han estado publicando los periódicos (sobre la trama de corrupción urbanística en Andratx) y se refiere en concreto a las «doce sociedades» mencionadas en las informaciones. «Nosotros aquí sólo sabíamos que tenía una», le explica a su interlocutor.
También, se refiere a Maribel Seguí: «Se ve que la acusaron y ella se acojonó y cantó todo». Cinta Moya cree que Maribel Seguí «sabe bastantes cosas», ya que estuvo en su casa (un martes) y le contó que «estaban investigando a todos». Es entonces cuando Cinta Moya le dice a la persona con la que está manteniendo la conversación, «todos sabíamos que había trapicheo», a lo que su interlocutor le replica «¿te puede salpicar algo?», y ella responde: «Lo único es el último año, que he estado firmando todos los certificados de antigüedad y eso les interesaba mucho. Nos hemos enterado de que había una 'colla' que se dedicaba a hacer casas de aperos para luego hacer certificados que los hacía...el celador (Jaume Gibert) los mira, pero yo no puedo desconfiar de un tío que se supone que lo hacía bien y yo me fío».