El rey don Juan Carlos volvió a incidir en la necesidad de la «unidad» de los partidos para la lucha contra el terrorismo en su discurso con motivo de la Pascua Militar. Esta es la segunda vez que el Monarca se refiere a ello, la primera fue con ocasión del tradicional mensaje navideño y antes de que se produjera el criminal atentado de ETA. No podía faltar, en el mensaje del Rey, una condena enérgica, que es lo mismo que ha reclamado la opinión pública del presidente del Gobierno desde el mismo momento en que se produjeron los hechos, toda vez que ha quedado de manifiesto que la banda ha optado por el camino de la violencia y ha vuelto a aprovechar el período de alto el fuego para reorganizarse y rearmarse, como ya hiciera en la anterior tregua de 1998.
Don Juan Carlos afirmó: «La barbarie terrorista nunca quebrantará la fe de los españoles en la democracia y su determinación en la defensa de los valores y principios de la Constitución». Además, el Rey expresó su «afecto, pesar y solidaridad» con las familias de las víctimas.
Es evidente que los ciudadanos confían, como lo han hecho ya a lo largo de décadas, en las armas que nos otorga el Estado de Derecho y la democracia para luchar contra la barbarie de unos asesinos. Pero queda un largo camino para recomponer unos puentes rotos entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. No se puede ni se debe utilizar el terrorismo como elemento partidista, pero no se puede prescindir de la oposición en un asunto de tanto calado como éste. Las palabras del Rey cobran, por tanto, una enorme importancia en el nuevo escenario surgido tras la tragedia de Barajas. Veremos si José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy son capaces de estar a la altura de lo que la sociedad reclama de ellos.