Los dos principales imputados en la trama de corrupción urbanística de Andratx, el ex alcalde de esa localidad Eugenio Hidalgo y el celador municipal Jaume Gibert, han puesto a disposición de sus abogados Rafael Perera y José Luis Matas, respectivamente, todo el historial del patrimonio que han acumulado en los últimos años. El objetivo que persiguen es intentar demostrar que sus bienes no tienen un origen delictivo, sino que fueron generados, básicamente, a través de «golpes de suerte», en el caso de Hidalgo, que cobró en dos ocasiones décimos premiados de la Lotería, y por «herencia familiar» y el «olfato comercial» de su mujer, en lo que atañe a Gibert.
El «rastro» del dinero que persiguen el fiscal Anticorrupción Juan Carrau y el juez instructor Àlvaro Latorre que debería justificar los medios empleados en la «operación Voramar», no preocupa a los imputados, según sus letrados. Hidalgo cobró cerca de cien millones de las antiguas pesetas con los décimos premiados, fue concesionario de una marca de coches y realizó diversas inversiones a través de las sociedades Eucar y Prollamp, junto a su hermano Carlos. Ha negado tener cuentas en Suiza ni tampoco ser el eje de un entramado societario para enriquecerse con operaciones urbanísticas en Andratx.
Gibert, por su parte, aseguró a su abogado defensor que todo su patrimonio proviene de herencia familiar, y por ello dispone de varios pisos y locales de la calle Vidriera, además del domicilio conyugal. Todo ello, estructurado por el gran olfato comercial de su mujer, que hace 25 años abrió un primer negocio denominado «Draps», que tras el éxito obtenido, cambió de ubicación (de la calle Vidriera a la Plaça Weyler) y luego traspasó «obteniendo un gran beneficio». Además, abrió hace 20 años la tienda «Colorins», con cuyos beneficios compró el local vecino (frente a la Delegación de Correos de Palma), el cual a su vez, traspasó en dos ocasiones.
Con respecto a la tienda «Colorins», precisamente, el juez ordenó desbloquear dos cuentas vinculadas a ese negocio con el objetivo de que la mujer de Gibert haga frente a los pagos más inmediatos. También fue desbloqueada la cuenta bancaria de la suegra de Gibert, en la que le depositaban la pensión.