Mujer familiar y de tradición, Chenoa, esté donde esté siempre vuelve a casa por Navidad. Con los suyos, hermano, padres y su sobrino pequeño. La cantante mallorquina, que este año ha disfrutado de uno de los mejores momentos profesionales, llegó ayer tarde al aeropuerto de Son Sant Joan. Siempre de manera discreta e intentando, sin éxito, pasar desapercibida. A pesar de ocultarse bajo un gorro blanco y unas enormes gafas de sol, Chenoa no pudo evitar que más de un pasajero y fans la reconocieran. Llega para disfrutar de unos días de vacaciones tranquilamente, en familia, como ha hecho prácticamente toda la vida. «Vengo sola», confirmó, como si supiéramos de un romance secreto. Lo cierto es que desde hace tiempo muchas son los rumores pero los afortunados no pasan de ser buenos amigos o acompañantes. Así pues, no tiene novio, pero no por ello está triste. Todo lo contrario, se la vio muy guapa y especialmente encantadora.
«En casa recibimos, -refiriéndose a regalos de Papá Noel o Reyes Magos- un poco de cada. El día de Navidad llega Papá Noel. Y en Reyes siempre cae algo». Su último disco «Nada es igual» ha sido todo un éxito y al finalizar la gira, en plena plaza de toros de Palma, Chenoa grabó un DVD, que ya está a la venta y sirve, para los más chenoistas, como regalo perfecto para estas fiestas.
Respeto a lo que Chenoa le pide al nuevo año, se reduce en dos palabras, salud y trabajo.
Son deseos que pide para ella y los suyos. Sus planes en los próximos días no serán diferentes a otras Navidades. Especialmente estar junto a su madre, Patricia, a la que está muy unida y ambas salen de compras como buenas amigas. Por la noche, a buen seguro se dará una vuelta por los locales de moda del Passeig Marítim y, como buena dormilona, intentará descansar todo lo que pueda.
Julián Aguirre