El secretario general del PP balear y conseller d'Interior, José María Rodríguez, tuvo su teléfono móvil pinchado del 4 al 13 de diciembre por «indicios serios de responsabilidad criminal» como consecuencia de la «operación Voramar». Estos hechos fueron denunciados por el portavoz del PP, Miquel Ramis, quien facilitó los autos que autorizaban las escuchas. El Ministerio Fiscal solicitó la intervención del teléfono de Rodríguez para confirmar mediante las conversaciones telefónicas que el secretario general del PP pudiera haber cometido delitos de encubrimiento o de revelación de secretos. Nueve días después de solicitar esta petición, el Ministerio Fiscal solicitó al juez «el cese inmediato de la medida de intervención». Rodríguez tuvo ayer comunicación oficial de la medida.
El fiscal recoge en su petición la conversación mantenida entre Rodríguez e Hidalgo el 27 de noviembre, horas antes de la detención del alcalde. Dicha conversación fue grabada porque el teléfono de Hidalgo estaba pinchado. El fiscal sostiene que el alcalde fue «avisado y por lo tanto conocía la acción judicial que se iba a desarrollar». «Iba a haber lío», le dijo Rodríguez a Hidalgo horas antes de su detención, «expresión poco precisa, efectuada sin espontaneidad y mediante la cual es muy probable que se intentara ocultar el verdadero sentido de dicha entrevista», según la tesis fiscal. La Fiscalía decidió solicitar la intervención del teléfono de Rodríguez para demostrar un «delito de encubrimiento o de revelación de secretos» por parte del secretario general del PP. «Es menester conocer qué relación puede tener el señor Rodríguez con los delitos investigados, siendo la medida que ahora se acuerda esencial en este aspecto», señaló el fiscal. Las escuchas telefónicas de Rodríguez fueron llevadas a cabo por agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), con la instrucción de dar cuenta de las comunicaciones intervenidas durante 15 días.
Rodríguez, en conferencia de prensa, admitió por la mañana que habló por teléfono con el ex alcalde poco antes de su detención, pero calificó de «radicalmente falso» que le avisara de su arresto, porque, según dijo, «no lo sabía». El conseller, que compareció ante la prensa en la sede del PP, anunció que «bajo ningún concepto» piensa dimitir, como pidieron los partidos de la oposición, y calificó esa filtración de «interesada», «equívoca» y no ajustada a la realidad. Rodríguez dijo que ignora si el presidente balear conocía esta conversación telefónica, porque no sabe si se lo comentó. Según Rodríguez, Hidalgo le llamó por teléfono en dos ocasiones la mañana del 27 de noviembre. Después fue el propio secretario general del PP el que se encargó de ponerse en contacto con el ex alcalde de Andratx. «Se está utilizando la Justicia no para esclarecer los hechos, sino para ir en contra de un partido político», opinó Rodríguez, quien llamó la atención sobre el hecho de que la filtración no se ha hecho a toda a la prensa.