La mayoría de los mallorquines las conocen por los productos caseros que desde hace años elaboran con tanto cariño como el mazapán, los panellets o las rosquillas de anís. Las monjas de clausura del convento de Santa Clara de Palma se han ganado a todos los vecinos de las barriadas del Parc de la Mar y del Palacio Episcopal y de muchas otras que este fin de semana intentarán colaborar con ellas, en el mercadillo navideño que han organizado el patio del convento en la calle Fonollar.
Además de estos dulces también encontrarán puestos con algunas de las artesanías que están realizando con sus propias manos en las clases de cerámica y que hasta ahora no se habían podido ver.
Los fondos que se obtengan durante los tres días que dura este mercadillo se destinarán al mantenimiento de este convento y también a las monjas. «El dinero que consigamos recaudar se utilizará fundamentalmente para mantener parte de este convento que ya comienza a estar bastante deteriorado y para ellas, que tienen voto de pobreza y viven una vida bastante austera» cuenta la ceramista Malena Roig.
Adornos navideños trabajados minuciosamente por ellas, a los que no les falta detalle alguno, y entre los que pueden encontrar elementos tan tradicionales como las neules, pero también figuritas para adornar los belenes o elaboradísimos portales.