J.J.SERRA
El libro «Sexe en venda a Mallorca. La prostitució femenina a Mallorca», editado por Lleonard Muntaner, fue presentado ayer en el Centre Flassaders, de Palma. En la elaboración de la obra han participado el Institut Balear de la Dona, la UIB, Metges del Món, Associació de Lluita Anti Sida, Adoratrices, Oblatas, Projecte Home, Creu Roja y otras persones interesadas en el tema.
Asistieron a la presentación la directora del Institut de la Dona, Isabel Llinàs; el editor, Lleonard Muntaner, la concejal de Serveis Socials de Palma, Margalida Ferrando; y el investigador colaborador de la UIB, Jaume Perelló.
Casi dos tercios (un 63,5%) de las prostitutas que ejercen en Palma no tienen tarjeta sanitaria, aunque un 29,% asegura que la está tramitando. Estos datos anteriores tienen una consecuencia: el 92,5% afirma tener problemas ginecológicos, pero el 71,4% no acude a revisiones médicas. El 92,3% no cotiza a la Seguridad Social.
La zona urbana de Palma concentra la mayor parte de clubs, locales y establecimientos de tipo «top-less» y «table dance» de la Isla, destacando como zonas de alta densidad Pere Garau, Son Gotleu, la Soledat, Plaça de Toros, Santa Catalina, El Terreno-Son Armadams, Foners y Meravalles-s'Arenal, mientras que el centro antiguo se especializa en la oferta de sexo masculino, homosexual y travesti. El libro observa la coincidencia de pisos de prostitución con los barrios donde existe una mayor incidencia del alquiler.
Llama la atención que las prostitutas «traficadas», mayoritariamente del extranjero, han contactado con la red en un 42% a través de un novio o ex novio, un 21% a través de una empresa ficticia con la que firmaron un contrato laboral y otro 21% mediante amigos o conocidos de la familia. Un 15% entra en la red a través de un contacto ya conocido con el que se comprometen a pagar una deuda.