S.C./EUROPA PRESS
La persistencia del paro «estructural» y «crónico» en Balears está generando cada vez más exclusión social, según señaló ayer el secretario de Ocupació, Formació i Polítiques Sectorials de CCOO, Rafael Borràs, quien advirtió que ésta es una de las causas principales que provocan que los índices de pobreza crezcan en el archipiélago por encima de la media estatal.
Los últimos datos del Centre Económic Social (CES) revelan que el 9 por ciento de la población balear está por debajo del umbral de la pobreza.
Así lo dijo Borrás, recordando que los datos sobre contratación del tercer trimestre de 2006 reflejan que se han firmado 16.540 nuevos contratos, un aumento que contrasta con la reducción de tan sólo 924 personas de las listas de demandantes del Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB).
Críticas
Según apuntó Borràs, lo «lógico» es que en una etapa de crecimiento «espectacular» de la población ocupada se reduzca proporcionalmente el número de parados.
En su opinión, las personas que llevan mucho tiempo demandando empleo y que ya han dejado de cobrar la prestación están «cada vez más cerca de convertirse en colectivos marginados», lo que contribuye a un aumento de los índices de pobreza en las Islas.
Por otra parte, el secretario d'Ocupació de CCOO señaló que la reducción de la tasa de temporalidad neta (porcentaje de temporales sobre el total de afiliados a la Seguridad Social) en sólo un 0,29 por ciento con respecto al mismo periodo de 2005, resultando un total del 42,77 por ciento, demuestra que el efecto de la reforma del mercado laboral pactada por sindicatos y Gobierno central ha sido «más bien moderado», apuntó.
«Para que se dé una reducción significativa de la temporalidad deben producirse cambios en el modelo de crecimiento, que no se acepte la estacionalidad y que la base no sea sólo la construcción, además de un compromiso de las administraciones públicas para estabilizar su plantilla, una medida que también mejoraría la calidad de los servicios públicos», dijo.
Asimismo, Borràs exigió al empresariado balear «que haga algo» por la estabilidad laboral en las Islas.