«Por qué cuando nosotros proponemos dar espacio a los consulados se nos tergiversa y no se ayuda por el bien social de la inmigración a que esto sea una realidad? Balears ha adquirido el compromiso para dar consulados a todos los países que nos lo pidan. Hay que aunar esfuerzos», demandó ayer la consellera de Inmigració, Encarnació Pastor, durante la clausura de las Sextas Jornadas Europeas sobre Migraciones, celebradas en Palma.
Pastor dio un mensaje claro a los inmigrantes sin regularizar: «Aquí no hay papeles para todos» -aunque matizó- «Ojalá tuviera competencias porque Balears no es una comunidad de paso, es una comunidad de destino y sabemos que los irregulares que están en Balears trabajan. Con todas las competencias sería muy fácil acabar con la economía sumergida que además es de una gran ayuda para esta comunidad. Si fuera mi competencia lo tendría muy claro. Hoy por hoy, no puedo dar confianza a estas personas, lo que sí puedo decir es que vamos a trabajar con políticas responsables contando con los inmigrantes, también como agentes de codesarrollo. Esta es la clave».
La titular de Inmigració incidió en la necesidad de profundizar en el diálogo entre las comunidades y el Gobierno, así como establecer políticas claras desde la UE: «Es necesario hacer políticas coherentes, no se puede gobernar de espalda al diálogo».Asistieron a la clausura Leo Pauwels, presidente del Centro Europeo para los Asuntos de los Trabajadores; y Rafael Rodríguez-Ponga y Salamanca, patrono de la Fundación Humanismo y Democracia.
Rodríguez-Ponga arremetió contra la política del Gobierno socialista que calificó de «fracaso mayor». «Cuando en marzo de 2004 el PSOE llegó al Gobierno, las encuestas reflejaban que la inmigración sólo era problemática para el nueve por ciento de los españoles. Ahora, un estudio del Instituto Opina, realizado para la Cadena Ser, revela que la inmigración es el problema más importante nada menos que para el 72% de los ciudadanos. La encuesta del CIS revela que lo es para el 60%».