Con la mirada puesta al mar y las mejores intenciones de salvar la fachada marítima de Palma, niños y niñas, vecinos del parc de ses Veles, participaron en la fiesta intercultural, convocada por la Plataforma Salvem la Façana. Aunque no serán los más pequeños los que tomen la decisión final, sino posiblemente sus padres o abuelos, ellos, niños de entre tres y siete años de edad, pintaron cómo les gustaría que fuese esa 'ventana' al mar.
Los lápices de colores brillaron en azules, verdes, rojos y amarillos, tonos vivos y alegres que dieron formas a palmeras, olas en el mar y algún velero de lejos, muy diferente a puertos o clubs deportivos, donde los inmensos yates y embarcaciones no dejan ver la unión entre el cielo y el mar o grandes edificios que tapan el atardecer o amanecer del sol. En fin, lejos de tanta polémica los niños disfru-
taron pasando una tarde de juegos y canciones. Sobre el escenario y horas antes del manifiesto, dirigido a los mayores, los grupos musicales y cuentacuentos africanos interpretados por Víctor, protagonizaron el ambiente festivo de los vecinos de Palma. Stands y puestos de información desarrollaron su labor de mostrar sus objetivos e intenciones a los interesados.
Julián Aguirre