La Fiscalía de Balears estrenó ayer la nueva sede situada en la Plaça Bisbe Berenguer de Palou de Palma. El fiscal jefe, Bartomeu Barceló, y varios miembros de la plantilla se acercaron a las nuevas dependencias, cedidas por el Govern, y que convierte al Ministerio Público de las Islas en el segundo organismo de esa naturaleza en disponer de edificio propio, tras la Fiscalía de Barcelona.
«Estamos muy satisfechos, porque el hecho de contar con esta sede era una reivindicación muy importante de nuestro colectivo», dijo Barceló. Una empresa se encargó de realizar la mudanza desde las oficinas que la Fiscalía ocupaba en la Audiencia de Palma hasta Bisbe Berenguer de Palou. Un contenedor lleno de documentos y papeles desechados por el Ministerio Público fue colocado en el patio del TSJB. Según Barceló, se trata de documentación «sin importancia», aunque destacó que Gerencia de Justicia era la responsable de reciclar esos papeles, muchos de ellos autos o sentencias, según pudo comprobar este diario.
El inmueble consta de sótano, planta baja, tres alturas rematadas por un torreón en una superficie total de 1.700 metros cuadrados.
El inmueble, antigua sede de la ONCE en la plaça Bisbe Berenguer de Palou de Palma fue sometido a un cambio de fisonomía absoluto. El edificio, que durante 40 años perteneció a la ONCE, albergaba la Conselleria de Benestar Social. El edificio es propiedad del Govern, que lo adquirió en el año 2000 por un importe de 840.000 euros (142.700.000 pesetas).